• Tienen total preferencia aquellos vehículos que circulan por la rotonda frente a aquellos que pretenden incorporarse a la misma.
  • Si vamos por el carril derecho de la glorieta y vemos que otro vehículo quiere incorporarse no tenemos ninguna obligación de cambiar al carril izquierdo. Son ellos los que tienen una señal de ‘ceda el paso’. Eso sí… el sólo hecho de tener prioridad de paso cuando estamos circulando por una rotonda no debe contradecir la obligación que tenemos los conductores de facilitar, dentro de lo posible, la maniobra de incorporación de otros automóviles. Si la rotonda fuese muy grande no está de más, siempre que sea posible, desplazarse a un carril interior para facilitar la incorporación y regresar posteriormente al derecho.
  • Siempre hemos de indicar nuestras maniobras (cambio de carril o abandono de la rotonda) a través de las luces intermitentes (o en su defecto el brazo) para así poder advertir a los otros vehículos (tanto que circulan por la misma como los que deben incorporarse).
  • No se debe abandonar la rotonda directamente cuando se circula por el carril interior o de la izquierda, teniéndonos que situar con suficiente antelación en el de la derecha, advirtiendo de ello a los demás conductores.
  • En realidad, el vídeo publicado se refiere a glorietas fuera de poblado, que como en cualquier tramo de vía interurbana, hay que circular por la derecha y utilizar el izquierdo solo para adelantar. Sin embargo en las glorietas dentro de ciudad, podemos circular por cualquier carril, si es el que mas nos conviene a nuestro destino, que para eso están. Pero para abandonar la glorieta, hay que hacerlo por el carril derecho, y si lo hacemos por el central o el izquierdo, cuidado, porque el vehículo que circula por el derecho puede ser que siga circulando giratoriamente, y en caso de accidente sería el que "lleve las de ganar".