Velocidad

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Si alguna vez te has preguntado a qué velocidad exacta saltan los radares de la DGT, en este artículo te lo contaremos.

 

Hace poco la Guardia Civil desveló las velocidades a las que saltan los radares que tienen distribuidos por todo el territorio español para controlar el exceso de velocidad en nuestras carreteras. Aún teniendo bien definidos los límites de velocidad, ya sea, por señales, o por las mismas características de la vía, de todos es conocido que existe un pequeño margen en el que los radares no saltan cuando circula un vehículo que sobrepasa dichos límites.

 

Según ha informado en las redes sociales la propia Dirección General de Tráfico, para velocidades permitidas hasta los 100 km/h, los radares no saltan hasta que se supera en 7 km/h dicho límite. Es decir, en las carreteras en las que se permite circular a 50, el radar no salta hasta los 58 km/h. Para las vías a 60, el límite entre la multa y la no multa es 68 Km/h. Igual para los 70 (a 78km/h), 80 (88km/h), 90 (98 km/h) y 100 (108 km/h).

 

Sin embargo, la ecuación varía para las carreteras (normalmente autovías y autopistas) que están limitadas a velocidades superiores a los 100 km/h. En este caso hay que aplicar una regla que consiste en añadir el 7% a lo que indique la señal para fijar los niveles.

Para el límite de 110 la velocidad a partir de la cual saltan los radares está fijada en los 117,7 km/h.

La velocidad máxima permitida en las autopistas y autovía españolas es de 120 km/h. Los radares dispuestos en estas vías están regulados para que salten exactamente cuando los vehículos sobrepasen los 128,4 km/h.

No obstante, desde Autoescuela Campus queremos concienciar tanto a nuestros alumnos como a las personas que nos siguen de hacer un uso responsable de nuestros vehículos respetando, en todo momento, los límites de velocidad de nuestras carreteras para de esta forma no poner en peligro nuestra vida ni la de los que nos rodean.

Campaña de Tráfico de alcohol y drogas a conductores.

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Sabías que:

Doce de cada cien conductores conduce después de consumir alguna sustancia psicoactiva.

Durante esta campaña se realizarán más de  25.000 pruebas y  se pondrá especial énfasis en los colectivos policonsumidores, aquellos conductores que se ponen al volante y que consumen habitualmente alcohol y/o drogas.

De las 69.303 pruebas de drogas realizadas por los agentes de la ATGC en 2015 a conductores en controles preventivos, el 32,8% dio positivo.

 

 

Como viene siendo  habitual en los últimos años por estas fechas, la Dirección General de Tráfico pone en marcha una campaña de concienciación sobre el riesgo que supone el consumo de sustancias psicoactivas y la conducción, en una época del año en el que el consumo de alcohol y de otras drogas aumenta debido a las fiestas navideñas.

 

Según Gregorio Serrano, director general de Tráfico “el objetivo de la campaña es concienciar a los ciudadanos que no sólo el alcohol y la conducción es un binomio peligroso, sino que también las drogas y la conducción suelen ser en numerosas ocasiones sinónimos de muerte”. Además añadió que “la realización de estos controles preventivos en carretera es junto con la educación vial,  uno de los instrumentos más eficaces para disuadir al conductor de ponerse al volante si ha consumido cualquier sustancia psicoactiva”.

 

Para conseguir que esta campaña se realice de forma generalizada también en las vías urbanas, Tráfico ha invitado a todos los ayuntamientos de más de 25.000 habitantes para que se sumen a dicha campaña, con el establecimiento de controles en sus respectivos cascos urbanos.

 

Desde Autoescuela Campus queremos concienciar tanto a nuestros alumnos como a las personas que nos siguen de la necesidad de tener todos nuestros sentidos al cien por cien a la hora de ponernos al volante para de esta forma tener una conducción responsable.

Educación Vial

Educación vial

Desde hace un tiempo venimos observando, desde Autoescuela Campus, los malos hábitos que últimamente están tomando muchos conductores, bien sea por comodidad, estrés o simplemente por dejadez. Algunos de estos conductores infringen normas de seguridad vial que vemos como acciones normales a la hora de conducir nuestro vehículo, saltarse un semáforo en ámbar, no respetar un ceda el paso o stop, pasos de peatones o las temidas rotondas. Estas infracciones, a parte de poder causar una sanción, ocasionan, en algunos casos, reacciones poco agradables en los otros conductores e incluso en los viandantes, pudiendo llegar, en casos extremos, a la agresión física y verbal.

La mayoría de las infracciones que llegamos a realizar, las hacemos delante de niños, nuestros propios hijos. Como bien sabemos, para nuestros hijos somos el ejemplo a seguir, llegando a adquirir nuestros hábitos para su vida cotidiana. Según muchos estudios, sabemos que en un hogar donde los padres tienen la costumbre, por ejemplo,  de leer, sus hijos tomaran ese hábito como suyo propio. En educación vial tenemos la oportunidad de convertirnos en las Autoescuelas más cercanas para nuestros propios hijos, inculcándoles desde pequeños la correcta utilización de nuestro vehículo, enseñarles lo importante que es, para nuestra seguridad y la de los demás, el respeto de las normas de tráfico y a las personas.

Debemos recordar que cuando conducimos ponemos, de manera simbólica, a nuestros hijos al volante, seamos buenos ejemplos para que el día de mañana sean conductores responsables.